Debate2en Antropología en el diseño; LA CUCHARA

  1. Maria Natividad Salcedo Martín says:

    Hola, Laura.

    Me ha parecido muy interesante la historia de la cuchara y como fue el primer cubierto de todos. Es curioso saber que algo que usamos día a día fue creado con otros fines como bien cuentas, y que incluso a día de hoy sigue teniendo distintos usos como las cucharas que incluyen algunos medicamentos para dosificar mejor las dosis.

    Considero que son objetos a los que estamos tan acostumbrados, ya que los vemos en repetidos sitios y en casa seguro que todos tenemos más de una y de dos, que no les prestamos la atención suficiente, cuando hace «apenas» 700 años un rey las llevaba para presumir de su posición y riqueza.

    Muchas gracias por compartir tu objeto.

    Un saludo.

  2. Clara Inés Rebolo Jiménez says:

    Buenas tardes,

    Me ha parecido súper interesante tu estudio antropológico sobre la cuchara y su evolución a lo largo de la historia.
    Lo que más me ha llamado la atención ha sido la necesidad primitiva del ser humano de utilizar un artefacto para no mancharse a la hora de comer diferenciándose así del resto de los animales y, tal vez, incluso esto aporta un simbolismo de divinidad hacia la comida y la relación primitiva con esta (el sacrificio de la caza, la recolección, más tarde las primeras cosechas y ganado).
    A su vez, veo la cuchara primitiva como un objeto multifuncional que a parte de servir para llevar los alimentos a la boca, se use para escarbar en zonas blandas, abrir mariscos u otros moluscos, a la vez que para mantener agrupados diversos objetos o incluso cortar o trocear.

    Me parece súper curioso su utilización decorativa como has puesto en el vestuario de Eduardo I, lo cual me da a entender la simbología de abundancia, riqueza y, por ende, poder.

    Gracias por presentarnos un objeto tan global como este donde diferentes culturas lo utilizan en sus variables diseños y que a día de hoy es un útil que encontramos en cualquier hogar.

     

    Un saludo,

    Clara Rebolo.